A esa final llegaba Argentina como gran favorita, pero ganó Uruguay 3-0. Fue allí que surgió la denominación de “garra charrúa”. En esa ocasión, Uruguay y Argentina volvieron a encontrarse en la final, y acordaron no utilizar las casacas tradicionales: Uruguay jugó de camiseta roja y pantalón blanco; Argentina de blanco con vivos verdes y pantalón negro. Pese a ser hinchas de nuestra querida Celeste, hemos dado cabida en estas páginas a las protestas y acusaciones que han hecho nuestros hermanos argentinos sobre lo ocurrido en aquella final, pues consideramos que es de justicia divulgar la otra campana de la historia.