Así termina la primera parte con empate a un tanto. El 5 de mayo de 1991, en un partido de local entre Independiente y Estudiantes que terminaría en empate 1-1, recibió una pelota en tres cuartos de cancha y estaba por encaminarse hacia el arco rival como siempre hacía, cuando de repente, camiseta barcelona una violenta patada del defensor pincharrata Pablo Erbín a la rodilla lo destrozó.