El 11 de agosto recibieron allí al Fútbol Club Barcelona de España, campeones de su liga local, y los de Avellaneda se quedaron con la victoria por 4-1. Canavery, Seoane (dos veces) y Orsi marcaron los goles para Independiente. En 1928, el club, que se hallaba sin estadio fijo porque el que utilizaba desde su traslado a Avellaneda quedó destruido por un incendio, construyó un nuevo estadio sobre un terreno ubicado cerca de las vías del tren, que se hallaba largamente inutilizable por un pantano.