Tras el intenso partido de ida (con victoria valencianista 3-4 en el último minuto), el técnico Ranieri apodó como «dragón» al portero Cañizares, que detuvo un penalti en el partido y estaba haciendo unas excelentes actuaciones. Siguiendo órdenes de Fidel Castro, las columnas del Che Guevara y Camilo Cienfuegos se dirigieron entonces a La Habana a ocupar los cuarteles de Columbia y La Cabaña, lo que hicieron los días 2 y 3 de enero de 1959, respectivamente.